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Los primeros años de vida son fundamentales para el aprendizaje y el desarrollo cognitivo; en esta etapa, l@s niñ@s exploran y comprenden el mundo a través de sus sentidos. Un entorno rico en estímulos y experiencias contribuye a la formación de conexiones neuronales, lo que resulta en un aprendizaje más rápido y significativo.

Además de los cinco sentidos tradicionales —vista, oído, olfato, gusto y tacto—, existen otros sentidos complementarios que son igualmente importantes: el equilibrio, que ayuda a mantener la estabilidad y coordinación; la propriocepción, que permite la conciencia de la posición y movimiento del cuerpo; la termocepción, que detecta cambios de temperatura; la nocicepción, que percibe el dolor; y la interocepción, que reconoce sensaciones internas como el hambre y la sed. Estos sentidos trabajan en conjunto para ofrecer una percepción integral del entorno y del propio cuerpo.

¿Por qué estimular los sentidos de tu niñ@ en la primera infancia?

La estimulación sensorial no solo apoya el desarrollo cognitivo, sino que también mejora las habilidades físicas, fomenta el desarrollo emocional y despierta la curiosidad en l@s niñ@s. Un entorno rico en estímulos sensoriales facilita la interacción social y ayuda a l@s niñ@s a adaptarse a nuevos entornos, fortaleciendo su capacidad para manejar el cambio.

Además, interactuar con diferentes estímulos sensoriales enriquece el vocabulario y mejora las habilidades de comunicación, permitiendo a l@s niñ@s identificar y nombrar objetos, colores y sonidos. La estimulación sensorial también desempeña un papel clave en la regulación emocional, ya que ciertos estímulos, como olores o música, pueden tener efectos calmantes que contribuyen al bienestar.

Fomentar la curiosidad y el deseo de explorar el entorno a través de estímulos sensoriales es esencial para el aprendizaje y la adaptación a nuevas experiencias.

Tips para estimular los sentidos en casa

Aquí te dejamos algunas ideas sencillas para fomentar la estimulación sensorial de tu niñ@ en casa:

1. Vista

  • Exploración de colores y luces: Proporciona juguetes y materiales de colores brillantes y contrastantes. También puedes jugar con luces suaves y sombras para estimular la percepción visual.
  • Jugar al aire libre: Observar árboles, flores, animales y el movimiento de las nubes les permite explorar diferentes colores, formas y tamaños en su entorno natural.

2. Oído

  • Música y sonidos de la naturaleza: Reproduce música variada, desde canciones infantiles hasta sonidos de la naturaleza, como el agua o los pájaros. También puedes usar instrumentos sencillos como tamborcitos o maracas.
  • Juegos de imitación de sonidos: Repite sonidos que escuchas a diario, como el ladrido de un perro o el sonido de la lluvia, y anima a tu niñ@ a imitarlos.

3. Olfato

  • Experiencias aromáticas: Introduce diferentes olores en la vida cotidiana, como frutas, flores, especias o incluso el aroma del café. Deja que tu niñ@ huela los ingredientes al cocinar o al visitar un jardín.
  • Juegos de identificación de olores: Puedes jugar a identificar olores con los ojos cerrados, utilizando cosas como vainilla, canela o jabón, para que tu hij@ relacione el olor con el objeto.

4. Gusto

  • Descubrir nuevos sabores: Ofrece a tu niñ@ una variedad de alimentos con diferentes sabores y texturas (dulce, salado, ácido y amargo) en pequeñas porciones, siempre teniendo en cuenta su edad y alergias.
  • Preparar snacks saludables juntos: Cocinar en familia es una gran oportunidad para que tu niñ@ explore diferentes ingredientes y descubra nuevos sabores mientras participa en la preparación de sus propios alimentos.

5. Tacto

  • Juegos con diferentes texturas: Ofrece juguetes o materiales con texturas variadas como pelotas suaves, esponjas, arena o arcilla. Estas actividades son excelentes para desarrollar la percepción táctil.
  • Caja sensorial: Llena una caja con objetos de distintas texturas (suaves, rugosos, lisos, duros) y permite que tu niñ@ los explore con las manos.

6. Equilibrio y propiocepción

  • Juegos de equilibrio: Actividades como caminar sobre una línea recta dibujada en el suelo o saltar en un pie ayudan a desarrollar el sentido del equilibrio y la coordinación motora.
  • Construcción de fuertes o túneles con cojines: Deja que tu niñ@ trepe, gatee y explore espacios pequeños, lo que le ayudará a entender cómo se mueve su cuerpo en el espacio
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Autor: Equipo Miimi

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