La natación en los primeros años no solo es una actividad divertida, sino que trae consigo múltiples beneficios para el desarrollo de los peques. Sin embargo, a pesar de la evidencia científica y la experiencia de muchos padres, aún existen mitos que generan dudas sobre si realmente es seguro y recomendable que aprendan a nadar.
Para aclarar estos puntos, fuimos hasta Color Splash, un centro especializado en natación infantil. Allí conversamos con la profesora Sofía, quien nos ayudó a desmitificar algunas de las creencias más comunes sobre el agua y los bebés.
¿Qué nos dice la ciencia sobre los beneficios de la natación en la primera infancia?
Según la profesora Sofía, el agua ofrece un entorno único donde l@s niñ@s pueden desarrollar habilidades que impactan directamente en su crecimiento. Además, enfatiza que la natación no solo es una herramienta para fortalecer el cuerpo, sino también para fomentar la seguridad y la confianza desde temprana edad.
Algunos de sus beneficios están relacionados directamente con el desarrollo físico, en tanto fortalece los músculos, mejora la coordinación motriz y estimula el sistema vestibular, clave para el equilibrio y la orientación en el espacio. Sin embargo, la natación también tiene implicaciones socio-emocionales en tanto fortalece el vínculo con el cuidador que lo acompaña en el agua. Además, se estima que l@s niñ@s que tienen experiencias positivas en el agua desde pequeños suelen desarrollar una mejor relación con este entorno.
Para conocer más sobre los beneficios de la natación, así como cuándo llevar a tu peque por primera vez a una piscina o cuáles medidas de seguridad tener en cuenta, mira el siguiente reel:
Si aún tienes dudas sobre llevar a tu peque a nadar, recuerda que cada niñ@ es diferente. La clave está en respetar su ritmo, asegurarte de que se sienta cómodo y elegir un espacio que garantice una experiencia segura y divertida.
¿Tu peque ya ha probado la natación? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios. ¡Nos encantará leerte!