Hace algunos años, mientras trabajaba como voluntaria en un proyecto comunitario para niñ@s , asistí a una conferencia sobre la metodología Montessori. En ese momento no logré comprender del todo su esencia y lo asocié únicamente con juguetes de madera que prometían ser educativos.

Sin embargo, esa percepción cambió por completo cuando me convertí en madre. Sentí la necesidad de buscar lo mejor para mi hija. Quería saber, y saber mucho. Las preguntas se me fueron apilando y a las preocupaciones de “supervivencia básica” se sumaron otras más orientadas a sus habilidades: ¿Cómo enseñarle nuevas palabras?, ¿qué juguetes debe usar según su edad?, ¿cómo fomentar su independencia y su autonomía?.

Así que hice lo que casi todas hacemos: eché mano al amigo Google. El algoritmo de búsqueda me propuso juguetes, mobiliario y artículos de blogs. Pero decidí ir más allá, y haciendo uso de mi experiencia en el equipo de Miimi, descargué los libros y me acerqué a una guardería de inspiración Montessori para no quedarme solo con la teoría.

Hoy quiero compartir contigo este camino, para que tú también puedas descubrir y aplicar el impacto positivo de Montessori en la vida de tu peque.

Lo primero: ¿Qué es el método Montessori?

El método Montessori fue creado por Maria Montessori, una doctora italiana que observó cómo l@s niñ@s tienen una capacidad natural para aprender por sí mism@s cuando se les proporciona un ambiente adecuado. No se trata de juguetes bonitos o de moda, sino de una filosofía que pone a l@s niñ@s en el centro de su propio aprendizaje. 

La metodología Montessori se basa en principios como la mente absorbente, que describe cómo l@s niñ@s, durante los primeros seis años de vida, aprenden todo de su entorno sin esfuerzo. Este proceso está guiado por tendencias humanas como la curiosidad y el orden, y se da en periodos sensibles, o sea, en momentos que están especialmente receptivos a ciertos aprendizajes. 

De la Idea a la Acción: Montessori en el hogar

Aplicar la metodología Montessori no requiere grandes inversiones ni cambios drásticos. Solo debemos recordar que se centra en fomentar la independencia, la curiosidad natural y el amor por el aprendizaje a través de un entorno preparado que permita a tu peque explorar y aprender a su ritmo.

Un ejemplo práctico de Montessori en casa es involucrar a tu hij@ en las actividades cotidianas.  

Imagina que tu hij@ de dos años muestra interés en lo que haces en la cocina y le permites acompañarte. Durante este momento, escucha cómo le hablas mientras cocinas: “Este es un tomate rojo”. Aunque no te responda de inmediato, está absorbiendo el lenguaje, los colores y tus acciones.

En ese mismo escenario puede ayudarte a lavar frutas, mezclar ingredientes o pasar objetos. Esta actividad fomenta su sentido del orden al seguir pasos, y responde a su curiosidad (tendencias humanas). Además, aprovecha un periodo sensible para desarrollar su área motora y el lenguaje.

Al observar cómo  participa puedes ajustar las tareas a su capacidad, fortaleciendo su autonomía y su vínculo contigo.

 Claves para aplicarlo en casa

Para crear este ambiente debemos realizar pequeños ajustes. Aquí te dejo algunos tips que nos han funcionado en casa. 

  • Espacio ordenado: Mantén los juguetes y materiales en un lugar fijo y accesible, con muebles de su altura. Esto les enseña orden y les da seguridad.
  • Rota los juguetes: No necesitan mil juguetes. Deja algunos guardados y cámbialos cada cierto tiempo para renovar su interés.
  • Fomenta su autonomía: Adapta el espacio para que puedan hacer cosas por sí mismos, como vestirse, elegir sus actividades o guardar sus cosas.
  • Realiza actividades al aire libre: Los paseos al aire libre no solo son buenos para el cuerpo, también alimentan su curiosidad y conexión con el mundo.

La metodología Montessori me ha enseñado a confiar en el potencial de mi hija, respetando su ritmo y ofreciéndole un entorno que favorece su aprendizaje natural. Porque, al final, ser madre es también ser guía, acompañando desde el amor y la confianza en que mi hij@ es capaz de aprender y crecer por sí mism@. 

Con cariño,

Miimi

Estante montessori

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